HIPO Y OTROS SALTOS

Muchas veces escuché a hablar de los bebés que dentro del vientre materno lloran o balbucean y como supuestamente eso era una señal de que el bebé sería un niño especial y bla bla bla,... claro, siempre pensé que eran cuentos de personas que no tenían en que ocuparse!!, bien pues pasado el tiempo, casada y esperando mi primer bebé, después del quinto mes de embarazo y generalmente por las noches mi esposo notó que mi barriguita daba unos pequeños saltos, diferentes de los movimientos usuales del bebé al moverse, practicamente eran brinquitos, el sobaba mi barriga y le hablaba al bebé, (que nunca nos permitió ver en los ultrasonidos que sería una niña, sino hasta que nació), despues de un ratito se calmaba y todos podíamos dormir, en las siguientes noches los brinquitos venían acompañados de sonidos, nos volteabamos a ver y no lo podíamos creer, y así fué haciéndose costumbre escuchar al bebé que dentro de mi vientre... Tenía Hipo!! y podíamos claramente escuchar los sonidos característicos del hipo como todos lo conocemos.

Las tardes las pasaba muy feliz en casa de mi mamá y ahí la familia estaba acostumbrada a ver mi barriga brincar, mis papás, mi abuela, mi hermanos y cuando mi sobrina coincidía conmigo en casa de mi mamá era muy cariñosa con el bebé con hipo, entonces yo le decía: -Minnie, el bebé tiene hipo- entonces ella llegaba rápidamente, se sentaba en mis piernas, sobaba mi panzita, le hablaba al bebé y ahí se quedaba hasta que se le quitaba el hipo, porque según ella el bebé tenía frío y de esa manera le daba calorcito y se le quitaba el famoso hipo.

Cuando el embarazo estaba avanzado era fascinante sentir una preciosa vida dentro de mi vientre, aunque debido al tamaño del bebé en ocasiones resultaba incómodo sentir las contracciones de hipo de mi bebé que ya podía nacer en cualquier momento, y hacía HIC!, incluso tengo muy presente que en cuatro ocasiones mientras estaba relajándome en el cuarto de mi abuelita, escuche al bebé balbucear... si balbucear! no fué llorar fué idioma bebé. Ni yo lo podía creer, estaba muy sorprendida pero al mismo tiempo algo asustada, por eso preferí no contarle nada a nadie, fueron claramente cuatro las ocasiones en que escuché a mi hija balbucear sonidos de bebé dentro de mi barriga, y siempre cuando yo me encontraba en la misma habitación.

Recapacitándo sobre esto, pienso que desde entonces a mi hija le disgustaba hacer las cosas como la mayoría, cuestionándo como siempre porqué deben hacerse las cosas de tal o cual manera, si existen muchas formas de hacerse.... (Ay Bibi, porque no eres una niña normal??)